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La Hora del Planeta 2013
sábado, 16 de agosto de 2014
¿Qué implica el cambia climático para el Caribe?
El Caribe es una de las regiones más vulnerables a los efectos del cambio climático. El pequeño tamaño de las islas y sus economías, así como el nivel en que sus industrias principales dependen directamente de los recursos naturales - turismo, pesquería, y agricultura - implica que los desastres naturales y otras amenazas al ambiente pueden ser devastadores en la región. Las consecuencias no solo repercuten en el ambiente, sino que también afectan sus economías, subsistencia y vidas.
La intensidad de los huracanes ha sido uno de los impactos más agudos del cambio climático. La región ha sufrido un mayor número de tormentas que han sido también más severas en los últimos 10 años. A pesar de que este incremento se debe a las variaciones en el tiempo, el aumento en la temperatura del mar también contribuye a la formación de las más fuertes tormentas que han devastado muchas de sus islas en años recientes. El costo de los grandes huracanes puede ser muy alto: el Huracán Iván en 2004 tuvo un costo de 3,432 millones de dólares estadounidenses en las Islas Caimán.
La región se hace cada vez más cálida y más seca y los patrones pluviales están cambiando. Islas como Antigua y Barbuda, Barbados y San Cristóbal y Nevis que sufren de escasez de agua podrían afrontar sequías severas y falta de agua debido a las estaciones de seca más prolongadas. El cambio climático también ocasiona estaciones de lluvias más intensas y debido a ello, en años recientes, las lluvias intensas han causado catastróficas inundaciones y deslizamientos de tierra en Guyana, Haití, Jamaica y Republica Dominicana.
El cambio climático está creando una tensión severa en los arrecifes coralinos. Los arrecifes son muy importantes para la gente que vive en los estados insulares y costeros. Son el hogar de muchos peces tropicales o de arrecifes y apoyan la pesca. Producen arena y ayudan a proteger la costa contra la fuerza de las tormentas y los oleajes peligrosos. El incremento en la temperatura de las aguas obliga a los corales a expulsar los pequeños organismos (algas) que viven en ellos. Cuando esto ocurre los corales se blanquean o se descoloran. Los corales descolorados pueden morir eventualmente. Los huracanes fuertes también ejercen presión sobre los arrecifes, la mayoría de los cuales ya han sido dañados por la polución proveniente de la tierra, la pesca excesiva y las enfermedades. En 2005, el Caribe tuvo una temporada ciclónica por encima de todos los récords y un episodio de blanqueamiento de coral masivo.
La elevación del nivel del mar podría borrar la zona costera en algunos lugares, e incluso toda o casi toda la superficie de algunas islas bajas como Barbuda y la Isla Virgen Británica de Anegada. El daño a la zona costera tiene efectos desastrosos en para economías y las industrias que dependen de los recursos costeros. La mayoría de la gente (70%) en el Caribe vive y trabaja en la zona costera y es allí también donde se encuentra la mayor parte de la infraestructura, como carreteras, aeropuertos, y puertos marinos.
El aumento de la temperatura de las aguas afecta a muchas especies marinas del Caribe. La temperatura del Mar Caribe se incrementó en 1.5 °C durante el último siglo. De subir 1°C más, peces como el atún y el pez loro, emigrarían en busca de aguas más frescas. La pérdida del pez loro eliminaría un favorito de la mesa caribeña y afectaría la salud del arrecife coralino al dejarse de prevenir el crecimiento de cierto tipo de alga en los arrecifes.8
El aumento del nivel del mar afecta también los manglares. Al igual que los arrecifes, los manglares protegen la costa. Son también el lugar donde desovan los peces y ayudan a controlar la calidad del agua marina dado que sirven de filtros contra la polución proveniente de la tierra. Cuando se dañan los manglares y los arrecifes, las aéreas costeras de hacen más vulnerables. La respuesta natural de los manglares a niveles más altos en las aguas del mar es alejarse de la costa y restablecerse tierra adentro. Pero cuando barreras tales como carreteras, diques y otras construcciones los obstaculizan, se sumergen o se ahogan y la franja protectora de los manglares a lo largo de la costa se hace más pequeña. Muchos manglares en la región han sido debilitados por la polución o destruidos para crear espacio para obras de construcción y la agricultura.
El cambio climático está vinculado al crecimiento de algunas enfermedades transportadas por insectos y roedores. El aumento de la temperatura en el Caribe ha causado un crecimiento en la población del mosquito Aedes aegypti transmisor del dengue. El aumento de la temperatura no es la sola causa del aumento de las epidemias de dengue pero es un factor importante. La región sufrió una de las peores epidemias de dengue en 2007.
Las inundaciones y lluvias intensas favorecen el incremento enfermedades que se originan en el agua o que se asocian con el agua tales como la leptospirosis. Guyana, por ejemplo, sufrió un brote de leptospirosis luego de serias inundaciones en 2005. Las ratas portan la leptospirosis, pero ésta se disemina por medio del agua contaminada por su orina.
La producción agrícola está siendo afectada por el cambio climático. Los intensos huracanes, las sequías tempranas, y el cambio en los patrones fluviales están afectando el crecimiento de las cosechas. En 2005, los huracanes Dennis y Emily ocasionaron pérdidas estimadas en 2.2 millones de dólares americanos y daños en Jamaica. La temporada ciclónica de 2008 devastó el sector agrícola en Haití, destruyendo muchas cosechas justo al comienzo de la estación de recogida de las cosechas. La investigación sobre comunidades agrícolas en St. Elizabeth al sur de Jamaica ha observado que los ciclos de huracanes intensos y sequías prolongadas están poniendo a prueba métodos tradicionales de producción agrícola.
Las temperaturas más cálidas pueden también afectar el rendimiento de las cosechas. Por ejemplo, las noches frías durante la época de maduración de la caña favorece una mejor calidad del jugo y esto implica una mayor producción de azúcar durante la molida. La noches cada vez más cálidas en la región podrían contribuir a la disminución de la cantidad de azúcar por cada tonelada de caña cosechada. Investigaciones preliminares por parte de la Autoridad para el Manejo Medioambiental de Trinidad-Tobago apoya esta teoría.
Respondiendo cambio climático
El cambio climático y sus efectos pudieran parecer abrumadores, pero podemos hacer algo al respecto. El momento de actuar es ahora. Tenemos la responsabilidad de reducir el nivel del riesgo que actualmente afrontamos y le debemos a nuestros hijos y nietos la certeza de no dejarles un mundo lleno de catástrofes y desastres.
El cambio climático y sus efectos adversos son fundamentalmente resultado de decisiones inadecuadas y la falta de acción de las naciones industrializadas que son las que verdaderamente contaminan
. Necesitamos compromisos y acciónes por parte de todos - individuos, comunidades, negocios y gobiernos - para darle atención a este asunto.
Todos estamos afectados, todos debemos actuar
Aunque no lo sepamos, el cambio climático nos afecta a todos. Sin embargo, aunque todos estamos afectados, no todos hemos contribuido de la misma forma al problema. Algunos de los lugares que menos han contribuido al problema, tales como las islas pequeñas, serán los más afectados. Esta es la injusticia del cambio climático. Los grandes países industrializados han desarrollado sus economías durante los últimos 200 años utilizando combustibles fósiles, a menudo contaminando el aire y el agua con sus emisiones a lo que se unen aquellos países en vía de desarrollo como Brasil, India y China (BRIC) que con sus emisiones también están estimulando el calentamiento global y el cambio climático.
A fin de detener el ritmo actual de calentamiento, nos urge la necesidad de reducir las emisiones de gases invernaderos. Pero ningún país actuando aisladamente puede reducir las emisiones globales a los niveles necesarios para estabilizar el clima. Las acciones para resolver el cambio climático deben ser a nivel internacional, nacional y local.
A nivel global, debemos llegar lo más pronto posible a acuerdos sobre cómo reducir las emisiones de gases invernaderos. Los países más ricos deben hacerse responsables de controlar el nivel del sus emisiones y deben ayudar a los países más pobres a afrontar el-cambio climático con aportes económicos para la adaptación y la mitigación.
A nivel nacional, nuestros países deben tomar medidas para reducir las emisiones y prepararse para los impactos del cambio climático. Aún aquellos pequeños productores de gases invernaderos pueden contribuir a reducir las emisiones que ocurren a nivel global.
A nivel local, como individuos, hogares, comunidades y negocios, podemos jugar nuestro papel al fortalecer nuestra resistencia al impacto del cambio climático y reducir nuestras emisiones de carbono. Aun cuando nuestros países no producen grandes cantidades de C02, es necesario que contribuyamos al esfuerzo global para reducir los gases invernaderos. Cada pequeña contribución es importante. La reducción de emisiones de carbono indica también un buen sentido común desde el punto de vista económico. La elevación de los precios del combustible implica un mayor gasto para poner gasolina en nuestros coches y para generar electricidad para nuestros hogares y negocios. La conservación es buena para el medio ambiente y para nuestros bolsillos.
Por lo que el Caribe debe fortalecer sus niveles de integración insular y continental para enfrentar los cambios que se están originando en el clima, diseñando estrategias regionales con acciones a mediano y largo plazo relativas a la adaptación y mitigación del cambio climático basadas en la integración de los intereses comunes de los estados caribeños y en especial de los países insulares.
Desarrollando un sistema de información regional con datos e indicadores sobre el estado actual y las capacidades para la vulnerabilidad, la gestión de riesgo y la adaptación a través de la cual se posibilite la medición periódica y continua sobre la situación real de la región, que permita la búsqueda de alternativas viables tomando en cuenta las características peculiares de los países caribeños.
Texto tomados de: aporte a la posición país, de Climacción y afrontando el cambio climático en el Caribe, maletín de herramientas para comunidades de Christian Aid.
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